El solar donde el Ente Público Andaluz de Infraestructuras y Servicios Educativos [ISE] propone construir un nuevo centro de educación infantil y educación primaria [CEIP], se ubica al este del núcleo originario de Las Marinas, y al sur de Roquetas de Mar. Se conforma a partir de dos solares independientes que, a raíz de la Innovación de la Ordenación Pormenorizada del PGOU 2009 redactada en enero de 2012, se unen tras la incorporación del tramo de vial que los separa, prolongación de las calles Cabra y Alejandro Malaspina.
La Avenida de las Marinas, auténtico vial estructurante paralelo a la costa, marca una clara diferencia en el tejido urbano que atraviesa, separando Las Marinas al norte de las urbanizaciones al sur, donde existe un claro predominio de la vivienda unifamiliar asociada al turismo de sol y playa; podríamos decir que en Las Marinas se han perdido las referencias al mar, que sin embargo son evidentes en las urbanizaciones.
Este potente vial y los flujos de circulación asociados han provocado que los inmuebles que se levantan al sur del solar presenten su fachada principal a la avenida, relegando a la fachada norte a representar un papel de trasera. Así, mientras que en el edificio más próximo a la parcela EP se disponen las entradas a los garajes, las viviendas medianeras con la Parcela E-1 se han ampliado, abriendo huecos al solar que impiden que la nueva edificación se adose, como sería deseable, con el objetivo de hacer ciudad y ocultar las miserias urbanas que resultan de procesos constructivos no controlados.
El solar, sensiblemente lineal, se encuentra rodeado por edificaciones que responden a distintas tipologías y alturas, ya que tan sólo en las manzanas más inmediatas son de aplicación hasta cinco ordenanzas urbanísticas diferentes: UAG/2, UAG/3, PLM/3, PLM/4 y PLM/6. De esta manera el entorno urbano se compone a base de viviendas unifamiliares aisladas y adosadas de dos plantas de altura y edificios plurifamiliares de hasta seis, sin que exista un referente claro que caracterice este sector de la ciudad.
En los extremos del solar, al otro lado de la calle Benamejí al oeste y cruzando la calle Pozoblanco al este, se localizan dos espacios libres, aunque tan solo el primero, la Plaza de los Reyes Católicos, está mínimamente cualificado como espacio público. Mientas que esta plaza está claramente delimitada por edificios, la otra zona verde, rodeada de solares, entre los cuales se encuentra el destinado a acoger el futuro CEIP promovido por el ISE, presenta una falta de contención que provoca que el espacio se prolongue visualmente en exceso hasta calle Benamejí. La consecuencia más evidente es la pérdida de escala humana que debería tener un espacio destinado a la estancia; esta importante carencia podría resolverse dotándolo de un carácter más recogido, para lo que es fundamental que el nuevo edificio público presente una alineación clara a este ámbito.
La única servidumbre de la parcela la constituyen el tramo de la calle que se incorpora a los dos solares existentes y las infraestructuras urbanas que discurren enterradas bajo ella, lo que condiciona la implantación del futuro edificio que no podrá situar edificaciones sobre las mismas.
Concluyendo, podemos afirmar que el lugar donde se propone la construcción del nuevo CEIP carece totalmente de referencias externas, ya que arquitectónicamente el paisaje urbano del entorno está falto de interés y calidad, y pese a la proximidad de la Sierra de Gádor, al norte, y el mar Mediterráneo, al sur, ninguno de estos hitos naturales que caracterizan el término municipal de Roquetas de Mar pueden observarse desde el solar.
Bien comunicado, pese a su carácter interior, gracias a la existencia de una rotonda que permite un rápido acceso desde la Avenida de Las Marinas, el solar puede ser rodeado fácilmente por los conductores que además tienen un gran número de plazas de aparcamiento en los viales circundantes. Los peatones además tienen dos sendos espacios públicos en el entorno inmediato que pueden jugar el papel de espacios previos al nuevo edificio, en el caso de que los accesos al mismo se ubiquen en los extremos del solar, en las calles Benamejí y Pozo Blanco.
La propuesta del nuevo CEIP que planteamos responde en primer lugar al entorno urbano en el que se implanta; como hemos analizado con anterioridad en este mismo documento, no existen referencias externas en las que apoyarse, salvo los dos espacios públicos que se localizan en los extremos de la parcela, al otro lado de las calles Benamejí y Pozoblanco. De esta manera, asumiendo plenamente el papel de edificio público que un equipamiento educativo como este entendemos que debe desempeñar, se intentan resolver los problemas detectados al analizar el lugar: medianeras con carácter de trasera que deben ocultarse a la ciudad y espacios libres públicos que necesitan ser acotados espacialmente para recuperarlos como auténticas plazas.
El edificio se alinea a vial presentando sus fachadas principales a los espacios libres mencionados y se implanta en la parcela separando funcionalmente los espacios correspondientes a la educación infantil de la primaria. Puesto que deben tener accesos y zonas de juego separadas, se ha optado por independizarlos en dos edificaciones aisladas, la primera con una sola planta y la segunda con tres, lo que permite evitar la visión de las medianeras desde la calle, disponiendo las pistas deportivas y la zona de estacionamiento entre ellos, con acceso para los vehículos independiente del correspondiente a las personas.
El Programa de Necesidades Aprobado se ha cumplido rigurosamente, ya que con la propuesta se consigue dotar primero al C21 y después al C3, de todos los elementos exigidos, incluyendo la segunda pista de dimensiones 22×44 m. y del aula de informática, que aunque no aparece en el PNA sí se recogen en las Normas de diseño y constructivas para los edificios de uso docente, aprobadas por Orden de 24/01/2003 de la Consejería de Educación y Ciencia.
La ampliación de la segunda fase se ha planteado de tal manera que el centro pueda seguir operativo durante la casi totalidad del plazo de ejecución de las obras, reduciendo al máximo las demoliciones – tan solo el cerramiento del comedor y conexiones puntuales en los aularios de infantil y primaria – de tal manera que el crecimiento es prácticamente obra de nueva planta en los extremos de las edificaciones iniciales. El porche cubierto se genera al construir el aulario de primaria, y la mayor altura libre exigida se consigue bajando la cota exterior respecto a la interior, garantizando siempre la accesibilidad.
Con el objeto de compatibilizar el uso educativo con otros diferentes, las pistas deportivas y la biblioteca tienen acceso directo desde el exterior y la cocina se ha ubicado junto a la zona de usos múltiples a la que se accede desde el vestíbulo principal. En este espacio de distribución se ubican la zona de administración, la secretaría, la conserjería y el núcleo de aseos y comunicaciones verticales, fácilmente visible y accesible desde que se traspasa la puerta de entrada al centro.
La sostenibilidad y la eficiencia energética son dos pilares fundamentales en los que se apoya la concepción integral de la propuesta, para lo que se ha atendido especialmente a la iluminación y ventilación naturales, al soleamiento y al uso de materiales adecuados, sobre los que nos extenderemos más adelante.
En educación infantil se ha puesto el mayor interés en los espacios exteriores, ya que las favorables características climáticas de Roquetas de Mar invitan a un uso habitual de las aulas exteriores, en lugar de las aulas polivalentes. Tanto las áreas exteriores de juegos como las aulas exteriores infantiles tienen orientación sur para garantizar un soleamiento adecuado y se han dispuesto próximas a las aulas polivalentes, que reciben luz indirecta. Los aseos tienen acceso directo desde las aulas e iluminación y ventilación naturales a través de patios que permiten además la ventilación cruzada de todas las dependencias docentes. Colocando toldos en las aulas exteriores podría tenerse un control total del soleamiento de estos espacios, sobre todo en los meses más próximos al verano. El área exterior de juego se ha dividido en tres espacios independientes que sirven a tres aulas cada uno con el objetivo de adecuar la escala a la de los niños de tres a seis años.
En educación primaria, todas las aulas disfrutan de iluminación natural por la izquierda de los alumnos, unas veces norte y otras sur, y de ventilación cruzada gracias a la disposición de unos lucernarios que permiten el efecto chimenea. El tratamiento de los huecos es diferente en función de su orientación, de tal manera que en las fachadas sur se disponen unos vuelos de chapa metálica que protegen de la radiación solar directa cuando es excesiva y permiten la entrada de los rayos del sol en invierno para contribuir al calentamiento de las aulas, mientras que la protección en las fachadas norte no es necesaria. Todas las aulas disponen de un orden doble de ventanas separadas por una bandeja de reflexión que permite introducir la luz en todo el ancho de la dependencia, estando previsto el oscurecimiento mediante estores. En la planta baja de todo el centro se disponen lamas-rejas en planta baja para garantizar la protección de todos los huecos contra la intrusión.
Siempre que ha sido posible se han reducido los recorridos de circulación interiores, dando preferencia a los porches cubiertos, utilizando recursos de la arquitectura tradicional andaluza como las celosías y las transparencias, aprovechando el clima benigno de la región.
CENTRO DE EDUCACIÓN INFANTIL Y PRIMARIA C3 EN ROQUETAS DE MAR-LAS MARINAS [ALMERÍA]. CONCURSO ISE
Localización: Calle Cerro Muriano 2 y Avenida Ciudad de Córdoba 7 | Roquetas de Mar-Las Marinas [Almería]
Concurso: 2013
Superficie de la intervención: 4.520,41 m²
Arquitectos: Antonio Pozo García + Rafael Pozo García-Baquero
Fotografías: Antonio Pozo García + Rafael Pozo García-Baquero
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